¿Qué es una iglesia poderosa? Para responder a esta pregunta, primero deberíamos responder a la pregunta ¿Qué es la Iglesia? La gran mayoría de las personas creen que la Iglesia es un edificio, un lugar donde la gente se reúne para adorar a Dios, escuchar un mensaje inspirado en la Biblia y crecer espiritualmente. Pero la Iglesia no es eso.
La Iglesia es el cuerpo de Cristo aquí en la Tierra. Está compuesta por todos los hombres y mujeres que han recibido a Jesús en sus corazones, y viven conforme a su ejemplo. La Iglesia es propiedad de Dios, Él la soñó, Él la fundó y Él la sostiene con su poder. Nació con la venida del Espíritu Santo a la Tierra, luego de la muerte y resurrección de Cristo, y continúa hoy a través de nosotros.
La Iglesia es PODER. El mismo poder y gloria que Jesús tenía cuando caminaba en la Tierra, vino a morar en los corazones de los discípulos. Sus vidas nunca más fueron las mismas a partir de ese día. Trastornaron al mundo con el mensaje de Jesucristo, transformaron ciudades y deshicieron las obras del diablo.
La Iglesia es una entidad espiritual con poder sobrenatural para transformar vidas. Es un organismo vivo, compuesto por los cristianos de todo el mundo, unidos por la misma fe y en un mismo Espíritu. El fin último de la Iglesia es traer el cielo a la Tierra (la justicia, el gozo y la paz de Dios) en cada espacio, en cada corazón.
“Mas a todos los que le recibieron, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, a los que creen en su Nombre;” (San Juan 1:12) RVR
Como hijos de Dios tenemos el deber y la obligación de brillar hoy más que nunca. En los momentos de oscuridad, cuando el mundo camina a ciegas hacia su propia destrucción, los hijos de Dios debemos reflejar su amor para que todos lo conozcan. No se trata de llevar una religión, sino de acercar a las personas a Dios con amor, para que tengan una RELACIÓN personal con El.
Jesús no vino a traer una religión. Él vino a reconciliar a la humanidad entera con Dios. No por medio de la religión, sino a través de su sacrificio en la cruz por nuestras vidas.
“Así que las iglesias se fortalecían en su fe y el número de creyentes crecía cada día.” (Hechos 16:5) RVR
Han pasado dos mil veinte años, y la Iglesia de Cristo sigue más firme que nunca. Vos y yo somos parte de esta historia.
- La Iglesia Poderosa es una Iglesia llena del Espíritu Santo. “pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.” (Hechos 1:8) NTV
- La Iglesia Poderosa es una Iglesia que enseña acerca del reino de Dios. Su justicia, la paz y el gozo que Él nos da. Su reino se establece en cada corazón. “porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.” (Romanos 14:17) NTV
- La Iglesia Poderosa es una Iglesia que abunda en milagros y señales. Los milagros y las señales de Dios son el sello de la presencia del Espíritu Santo en ese lugar. “Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos? Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo.” (Mateo 7:16-17) NVI
- La Iglesia Poderosa, es una Iglesia que crece a pesar de la persecución. “alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.” (Hechos 2:47) NVI
- La Iglesia Poderosa es una Iglesia donde Dios se manifiesta de manera sobrenatural. Si es Iglesia, Dios tiene que estar presente. “Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.” (Marcos 10:27) RVR
Quiero que repita esta oración conmigo:
Padre Dios, yo quiero conectarme con el cielo, y quiero tener una relación personal con vos. Señor, perdóname, sálvame. En este día recibo a Jesús como mi salvador personal. Y a partir de esta hora pido que el reino de Dios venga a mi casa y se desate lo sobrenatural de Dios en mi hogar. Que se abra el cielo y se desate la gloria de Dios en nuestra familia. Te lo pido en el nombre de tu amado hijo Jesús, AMÉN y AMÉN.
Pastor Omar Olier.