CRECIENDO EN LA CASA DE DIOS

CRECIENDO EN LA CASA DE DIOS

“Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.” (1 Corintios 3:6-7)

En la iglesia, el crecimiento lo da Dios y no hay crecimiento sin un padre. En la casa de Dios están los Pastores, los ministros, los líderes, mentores y padres espirituales, que se hacen cargo de las almas, las alimentan, las cuidan y las acompañan en su desarrollo para que puedan crecer sanas y fuertes.
En el libro de Ezequiel (capítulo 47:1-9) el profeta recibió una visión de la casa de Dios, y del umbral de la casa salía un río que llevaba aguas salutíferas, aguas que llevaban vida allí donde antes había muerte. Ezequiel es llevado por el el ángel del Señor para adentrarse en el río a distintas profundidades. De igual manera hoy en día el Señor nos desafía y nos invita a crecer en nuestra vida espiritual para que pasemos al próximo nivel.

4 niveles del río de Dios:

  1. El primer nivel es el agua a los tobillos: refleja la conversión del cristiano. El momento en que decide adentrarse por primera vez en el río de vida. Es un primer comienzo. La persona moja apenas la planta de sus pies, todavía tiene gobierno y control absoluto de sus decisiones.
  2. El segundo nivel que le marca el ángel al profeta Ezequiel, es el agua hasta las rodillas: Aquí el cristiano logró desarrollar una vida de oración. Tiene comunión diaria con Dios, e intercede por los demás. Las mayores conquistas en la vida cristiana se logran de rodillas.
  3. El tercer nivel es el agua hasta los lomos: aquí la persona ya ha consagrado prácticamente el 90% de su vida a Dios. La corriente del río es fuerte, pero aún no ha probado la entrega total y dependencia absoluta.
  4. El cuarto nivel, es el lugar donde ya no se puede hacer pié y únicamente se puede avanzar adentrándose por completo en la corriente. Es allí donde la entrega a Dios es total, incondicional y absoluta. En éste nivel lo sobrenatural de Dios gobierna tu vida.

“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.” (San Juan 7:38) RVR

Hoy, el Espíritu Santo nos está invitando a pasar a un nuevo nivel como iglesia y como cristianos. Estamos siendo desafiados a crecer para adentrarnos en las corrientes del espíritu y fluir llevando vida, y vida en abundancia. El mundo entero está esperando la manifestación de los hijos de Dios para llevar este gran avivamiento a las naciones.