Tu Alimento Diario

Isaías 58:7-9

Compartan su comida con los hambrientos y den refugio a los que no tienen hogar; denles ropa a quienes la necesiten y no se escondan de parientes que precisen su ayuda. Entonces Su salvación llegará como el amanecer, y sus heridas sanarán con rapidez; Su justicia los guiará hacia adelante y atrás los protegerá la gloria del Señor. Entonces cuando ustedes llamen, Él les responderá. “Sí, aquí estoy”, les contestará enseguida.

Las promesas de Dios se activan con acciones sencillas, que todos pueden hacer, como ayudar a tu prójimo, sin esconderte ni ignorarlo, acudiendo ante sus necesidades.

Si escuchas el clamor de un necesitado, Dios también dirá: “Aquí estoy para ayudarte”.

Ora así: Padre Dios gracias por enseñarme que ayudar al prójimo es la llave para que también bendigas mi vida. Me dispongo desde hoy a hacerlo y te agradezco por salvarme, sanarme, escucharme. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Miércoles!