Tu Alimento Diario

San Mateo 8 : 5-8

Un oficial romano se le acercó y le rogó: Señor, mi joven siervo está en cama, paralizado y con terribles dolores. Iré a sanarlo, dijo Jesús. Señor, dijo el oficial, no soy digno de que entres en mi casa. Tan solo pronuncia la palabra desde donde estás y mi siervo se sanará.

Jesús se maravilló de la fe del oficial Romano, quien al llegar a su casa encontró a su siervo sano.

Para el que tiene fe, no hay imposibles, no hay límites. La fe en la Palabra de Jesús te hace ver la sanidad antes que se produzca, la familia restaurada aunque todo parezca destruido, la cosecha aunque solo haya una semilla sembrada, la salvación de tu alma a pesar de haber pecado.

Ora así: Padre Dios, recibo la poderosa Palabra de Jesús, que perdona pecados, sana al enfermo, restaura la familia, prospera la economía. En Su Nombre, Amén.

¡Bendecido Miércoles!