Tu Alimento Diario
San Marcos 1:30-31
La suegra de Simón estaba enferma en cama con mucha fiebre. Jesús se acercó a la cama, la tomó de la mano y la ayudó a sentarse. Entonces la fiebre se fue, y ella les preparó una comida.
Cuando Simón Pedro invitó a Jesús a su casa, fue la solución a un problema de salud.
La presencia de Jesús en tu casa, en tu lugar de trabajo, es lo que cada día necesitas para enfrentar cualquier tipo de situación. Pero Él solo entra cuando lo invitas.
Ora así: Padre Dios, como Pedro, hoy yo también invito a Jesús a mi vida, mi hogar, mi trabajo, para experimentar cotidianamente su obra sobrenatural. Amén.
¡Bendecido Martes!