Tu Alimento Diario
Ezequiel 34:27
«Los huertos y los campos de mi pueblo darán cosechas abundantes y todos vivirán seguros. Una vez que yo rompa los yugos de su esclavitud y los rescate de quienes los esclavizaron, entonces ellos sabrán que yo soy el Señor.»
Un yugo era una pesada madera con que ataban a los bueyes para que tiren juntos el arado. De la misma manera, hoy la gente está atada a tirar cargas enormes e imposibles de sobrellevar, y sólo una intervención sobrenatural de Dios puede liberarte de esa esclavitud.
Frente a una promesa de Dios como ésta puedes reaccionar de distintas maneras:
1) Pensando que era para otro tiempo;
2) que es para otra persona;
3) o puedes creer que la Palabra de Dios está vigente y recibir esa abundancia prometida.
Si lo crees ora de esta manera: Padre Dios, me tomo de tu Palabra, la creo, y te pido que rompas todo yugo, toda maldición, en mi vida, familia y mi nación. Recibo en fe esa abundancia prometida. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Miércoles!