Tu Alimento Diario
Jeremías 18:3-6
Encontré al alfarero trabajando en el torno; pero la vasija que estaba formando no resultó como él esperaba, así que la aplastó y comenzó de nuevo. Después el Señor me dio este mensaje: ¿No puedo hacer contigo lo mismo que hizo el alfarero con el barro? De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos.
Un alfarero había hecho su mejor artesanía. Justo pasó el rey, quien sin saber que todavía estaba fresca, la tomó en sus manos y dejó sus huellas marcadas en ella. Más tarde, el alfarero tuvo la mejor venta de su vida, porque aquella obra ¡tenía las huellas del propio rey!
Tu vida va a adquirir un valor mayúsculo si permites que el Rey te tome en sus manos para hacerte de nuevo, y salga a la luz el diseño original que el Alfarero pensó para ti, y puedas brillar en todas las áreas de tu vida.
Ora así: Padre, gracias por el trabajo que estás haciendo en mi vida. Aunque a veces duele, dejaré que me sigas moldeando para que mi vida sea fructífera. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Lunes!