Tu Alimento Diario
San Lucas 18:1-5
Jesús les contó una historia a sus discípulos para mostrarles que siembre debían orar y nunca darse por vencidos. «Había un juez en cierta ciudad que no tenía temor de Dios ni se preocupaba por la gente. Una viuda de esa ciudad acudía a él repetidas veces para decirle: “Hágame justicia en este conflicto con mi enemigo”. Durante un tiempo, el juez no le hizo caso, hasta que finalmente se dijo a sí mismo: “No temo a Dios ni me importa la gente, pero esta mujer me está volviendo loco. Me ocuparé de que reciba justicia, ¡porque me está agotando con sus constantes peticiones!
Si un juez corrupto terminó escuchando a aquella viuda, ¡cuánto más lo hará un Dios bueno! Él no necesita que le recuerdes tu petición; eres tú el que necesita mantenerse firme orando, creyendo que recibirás la respuesta del Cielo aunque parezca demorarse.
Ora así: Padre, gracias porque siempre escuchas el pedido de tus hijos. Decido mantenerme firme en mis pedidos, perseverando en mis desafíos, en la seguridad que recibiré tu respuesta. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!