Tu Alimento Diario
Salmos 37:23-24
«El Señor dirige los pasos de los justos; se deleita en cada detalle de su vida. Aunque tropiecen, nunca caerán, porque los sostiene de la mano.»
Seguramente te has preguntado: si Dios dirige mis pasos, ¿por qué paso por todos estos problemas?
”Un tropezón no es caída”. No solo lo dice el dicho, también lo afirma este pasaje.
Levanta tu mano al Cielo, para que el Señor te sostenga; entrégale incondicionalmente tu vida, permitiendo que dirija tus pasos y resuelva cada dificultad presente.
Ora así: Padre Dios, reconozco que solo no puedo, que necesito que me sostengas y guíes mis pasos. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Lunes!