Tu Alimento Diario
Gálatas 5:19-21
Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoísta, discordias, divisiones, envidia, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo que les dije antes: cualquiera que lleve esa clase de vida no heredará el reino de Dios.
En el mundo espiritual hay dos reinos:
1) El de las tinieblas, donde cada uno hace lo que quiere, y se manifiestan todos esos pecados que detalla el apóstol Pablo. El fin es destrucción presente y muerte eterna.
2) El de la Luz, donde reina Jesús y se hace su voluntad. Allí se manifiesta justicia, gozo, paz, y su fin es vida abundante y eterna.
Como todos, has pecado, pero Jesús no vino para condenarte, sino para que hoy pidas perdón, decidas hacer Su voluntad, seas trasladado del reino de las tinieblas al de Jesús.
Ora así: Padre Dios, por tu Palabra entiendo que hay pecados en mi vida que me alejan de tus bendiciones, por eso ahora te pido perdón, renuncio a hacer mi voluntad y acepto hacer la tuya que es agradable y perfecta. Recíbeme en tu Reino. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Sábado!