Tu Alimento Diario
Hechos 16:24-26
«El carcelero los puso en el calabozo de más adentro y les sujetó los pies en el cepo. Alrededor de la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los demás prisioneros escuchaban. De repente, hubo un gran terremoto y la cárcel se sacudió hasta sus cimientos. Al instante, todas las puertas se abrieron de golpe, ¡y a todos los prisioneros se les cayeron las cadenas!»
Injustamente encarcelados, sin posibilidades de liberarse, en lugar de quejarse, Pablo y Silas estaban orando y cantando.
Enfrenta tiempos malos, cuando parece que no hay solución, orando y dando gracias a Dios, quien hará que las cadenas se rompan, las puertas se abran, la bendición llegue a tu vida, y aún haya libertad para todos los que te rodean.
Ora así: Padre Dios, oro y alabo creyendo que eres poderoso para revertir cualquier situación presente, y aún liberar a aquellos con quienes me contacto diariamente. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Viernes!