Tu Alimento Diario

San Mateo 8:1-3

Al bajar Jesús por la ladera del monte, grandes multitudes lo seguían. De repente, un leproso se le acercó y se arrodilló delante de él. Señor, dijo el hombre, si tú quieres, puedes sanarme y dejarme limpio. Jesús extendió la mano y lo tocó. Sí quiero, dijo. ¡Queda sano! Al instante, la lepra desapareció.

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El leproso le hizo esa pregunta porque si bien sabía que Dios tiene todo el poder, desconocía el amor, la misericordia, la gracia de Jesús.

Hoy también quiere tocarte a ti, ayudarte, sanarte, darte vida eterna.

Acércate y arrodíllate delante de Él, y Su bendición te alcanzará.

Ora así: Padre Dios, gracias porque siempre estás dispuesto para ayudarme, y por eso hoy pido tu favor en el Nombre de Jesús. Amén.

¡Bendecido Lunes!