Tu Alimento Diario
Salmos 23:1, 4
El Señor es mi Pastor, nada me faltará. Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza.
El rey David, como había sido pastor de ovejas, se veía a sí mismo como un cordero, y a Dios como su pastor, que lo guiaba aún en los peores tiempos.
Imita a David, adopta a Dios como tu Padre y Pastor, no tengas temor, confía en Él, recibe fuerzas nuevas.
Para el que cree, los problemas son temporales y las bendiciones eternas.
Pero para quien no cree las bendiciones son temporales y los problemas eternos.
Ora así: Dios, te reconozco como mi Padre y mi pastor, y creo que nada me harás faltar. Aunque pase por dificultades, no temeré, porque me guiarás para que las supere. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Sábado!