Tu Alimento Diario

Daniel 3:15-18

(El rey Nabucodonosor les dijo:) “Les daré una oportunidad más para inclinarse y rendir culto a la estatua que he hecho cuando oigan el sonido de los instrumentos musicales. Sin embargo, si se niegan, serán inmediatamente arrojados al horno ardiente y entonces, ¿qué dios podrá rescatarlos de mi poder? Sadrac, Mesac y Abed-nego contestaron: Oh Nabucodonosor, no necesitamos defendernos delante de usted. Si nos arrojan al horno ardiente, el Dios a quien servimos es capaz de salvarnos. Él nos rescatará de su poder, su majestad; pero aunque no lo hiciera, deseamos dejar en claro ante usted que jamás serviremos a sus dioses ni rendiremos culto a la estatua de oro que usted ha levantado.

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La historia relata que finalmente estos tres jóvenes fueron arrojados al horno ardiente, pero ni un solo cabello se les quemó. Ellos confiaban que Dios los salvaría, pero aunque así no fuera jamás hubieran servido a otro dios.

Hoy la situación está que “arde”. No busques solución en otros “dioses”, ni otros caminos, ¡deséchalos!. Cree, confía, ríndete completamente al Señor. Él recompensará tu fe y fidelidad.

Ora así : Padre Dios creo que guardas, recompensas y bendices a los que en Ti confían. Por eso me aferro de tus promesas, convencido que me librarás del fuego de este tiempo. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Domingo!