Tu Alimento Diario
San Mateo 5:1-3
«Cuando Jesús vio a la multitud, subió al monte y se sentó. Entonces sus discípulos se le acercaron, y él comenzó a enseñarles diciendo: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.»
Hay distintos tipos de pobreza: la más nombrada es la material, pero también se puede ser pobre en motivaciones, en salud, en relaciones.
Jesús estaba hablando de los “pobres en espíritu”. Son aquellos, quienes humildemente, reconocen la necesidad de Dios en medio de sus limitaciones, buscan Su consejo antes de tomar decisiones, se arrepienten de sus pecados y esperan una manifestación de la gracia inmerecida de Dios.
Sé humilde, sensible a Dios, y provocarás que lo mejor del Cielo baje a tu vida, tu hogar e incluso tu tierra, tu ciudad, tu nación.
Ora así: Padre Dios, me acerco a Ti con un corazón arrepentido y humillado. Reconozco que mis recursos son limitados y te pido tu bendición, ayuda, guía. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Miércoles!