Tu Alimento Diario
Eclesiastés 7:3-4
«Es mejor el llanto que la risa, porque la tristeza tiende a pulirnos. El que es sabio piensa mucho en la muerte, mientras que el necio solo piensa en divertirse.»
Hoy sólo se busca la diversión, el placer momentáneo y se piensa poco en lo importante, lo transcendental, lo eterno. Por eso, el sabio Salomón te recuerda que un día todo termina y lo que estás sembrando hoy, será lo que cosecharás por siempre.
Los momentos de llanto y de tristeza son necesarios para buscar a Dios, pedirle perdón, entregarte a Jesús, convertirte a Él. La risa volverá, y también estarás seguro de una vida eterna.
Ora así: Padre Dios, reconozco que no he tomado conciencia de la muerte. Por eso, te pido perdón por todas mis faltas y te pido que anotes mi nombre en tu Libro de la Vida. Recibo a Jesús como mi Salvador. En Su Nombre, amén.
¡Bendecido Lunes!