Tu Alimento Diario
Salmos 4:8
En paz me acostaré y asimismo dormiré, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado.»
Cuando durante todo el día dejas que el temor a la muerte, a la enfermedad, a perder algo, las preocupaciones, llenen tu mente, a la noche duermes mal y te levantas cansado y sin fuerzas.
Alimenta tu corazón con las Promesas de Dios, camina confiadamente durante el día, recupera las fuerzas en la noche, y levántate recordando que la victoria es la herencia de los hijos de Dios.
Ora así: Padre Dios, confiando en estas Promesas, pongo todo en tus manos, creyendo que siguiendo tu Camino todo me saldrá bien. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido sábado!