Tu Alimento Diario
Hechos 3:4-7
Pedro y Juan lo miraron fijamente, y Pedro le dijo: «¡Míranos!». El hombre lisiado los miró ansiosamente, esperando recibir un poco de dinero, pero Pedro le dijo: «Yo no tengo plata ni oro para ti, pero te daré lo que tengo. En el Nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y camina!». Entonces Pedro tomó al hombre lisiado de la mano derecha y lo ayudó a levantarse. Y, mientras lo hacía, al instante los pies y los tobillos del hombre fueron sanados y fortalecidos.
Tal como ocurría con aquel hombre que no se podía desplazar normalmente, la vida está llena de “lisiados espirituales”, a quienes les falta algo para estar plenos: un fracaso matrimonial, adicciones en un hijo, pérdida de un ser querido, un negocio que dejo de ser rentable, falta de trabajo, deudas, la salud quebrantada.
Si estás necesitando ayuda, alguien que te vuelva a poner de pie, recibe esta palabra: “¡En el Nombre de Jesús, levántate y vuelve a caminar!”.
Ora así: Padre Dios, creo en el poder de Jesús, recibo tu Palabra, me levanto y comienzo este día caminando con fe y con tus fuerzas. En el Nombre de Jesucristo de Nazaret, amén.
¡Bendecido Jueves!