Tu Alimento Diario
Nehemías 9:20-21
«Enviaste tu buen Espíritu para que les enseñara, y no dejaste de alimentarlos con maná del cielo ni de darles agua para su sed. Durante cuarenta años los sustentaste en el desierto, y nada les faltó. ¡No se les desgastó la ropa, ni se les hincharon los pies!»
Dios está dispuesto a suplir toda necesidad de tu vida, cada día. Pero, como te cuesta confiar, prefieres guardar todo lo que puedas para asegurarte la provisión. Te acostumbras así a depender de tus propias fuerzas y no de las del Señor.
Pide y recibe el “pan nuestro de cada día”. Y cuando tus recursos aumenten, honra a Dios con tus bienes en gratitud y no dejes jamás de buscarlo.
Ora así: Padre Dios, gracias por tu ayuda y tu provisión para este día. Necesito que tu Presencia me acompañe y abra camino delante de mis pies, para encontrar la salida a mis problemas. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Sábado!