Tu Alimento Diario
Salmos 24:3-5
¿Quién subirá al monte del Señor? ¿Quién permanecerá en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón que no ha elevado su alma a la vanidad ni ha jurado con engaño. Él recibirá la bendición del Señor y la justicia del Dios de su salvación.
De la misma manera que higienizas permanentemente tus manos con alcohol para evitar que un virus ataque tu cuerpo, también tienes que limpiar tu corazón para que el pecado no mate tu espíritu y te aleje de Dios y sus bendiciones.
Ora así: Padre Dios, te pido que purifiques mi corazón, que limpies mis manos de toda acción mala, para tener acceso a tu Presencia y bendigas todas mis obras. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!