Tu Alimento Diario
Salmos 23:1-4
El Señor es mi pastor; tengo todo lo que necesito. En verdes prados me deja descansar; me conduce junto a arroyos tranquilos. Él renueva mis fuerzas. Me guía por sendas correctas, y así da honra a su nombre. Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan.»
Deseo que esta Palabra traspase tu mente y llegue hasta tu corazón, para que puedas sentirla en tu interior y repetirla una y otra vez: “¡El Señor es mi pastor, nada me faltará!“.
Declara este Salmo cuando te asalta el temor, cuando el trabajo y los negocios dejan de producir, cuando la enfermedad intenta atravesar tu puerta.
Acepta a Jesús como tu pastor, ábrele la puerta de tu corazón y de tu hogar. Él estará a tu lado para guiarte, cuidarte y fortalecerte.
Ora así: Señor, hoy declaro que Tú eres mi pastor y nada me harás faltar. Creo que guiarás mis pasos para atravesar este difícil tiempo y en su momento abrirás nuevos caminos. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Martes!