Tu Alimento Diario
1 Samuel 17:48-49
«Cuando el poderoso filisteo se encaminó para encontrarse con David, este rápidamente se colocó en línea de combate frente al filisteo, metió su mano en el morral y, sacando una piedra, la colocó en su honda y la arrojó con fuerza al filisteo. La piedra se incrustó en la frente de Goliat, y este cayó con la cara al suelo.»
Es verdad que David confiaba plenamente en Dios, pero también es cierto, que tenía puntería con su honda, con la que había ahuyentado leones y osos mientras cuidaba las ovejas.
Confía en el Señor, pero también esfuérzate, capacítate, aprende a utilizar a la perfección tus manos para bien, y en su momento derribarás gigantes y subirás progresivamente a niveles superiores en tu vida.
`Ora así:` Padre Dios, gracias por estar conmigo. Sé que tienes planes de bien para mí. Por eso dispongo a esforzarme, prepararme, para estar afilado en el momento de la batalla, derribar gigantes y salir victorioso. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Viernes!