Tu Alimento Diario
San Juan 7:37-38
El último día del festival, el más importante, Jesús se puso de pie y gritó a la multitud: ¡Todo el que tenga sed puede venir a mí! ¡Todo el que crea en mí puede venir y beber! Pues las Escrituras declaran: De su corazón, brotarán ríos de agua viva”.
Así como la falta de agua provoca desequilibrios orgánicos y hasta la muerte de una persona, no beber de Jesús te mata espiritualmente, enferma tu alma, debilita tu cuerpo.
Por eso Jesús ofrece calmar tu sed espiritual, solucionando de raíz el problema, transformando tu desierto interior en un río de agua viva. ¡Bebe del Espíritu de Jesús ahora!
Ora así: Padre Dios me acerco a Ti para que sacies mi sed interior, me llenes de tu Espíritu, para que de mi corazón solo broten buenos pensamientos, palabras de bendición y acciones que edifiquen a todos los que me rodean. Lo recibo en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Martes!
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