Tu Alimento Diario
Levítico 25:23
La tierra no debe venderse a perpetuidad, porque la tierra es mía. Tú solamente eres un extranjero y un arrendatario que trabaja para mí.
Dios te advierte que todo lo que ves es propiedad de Él, nada es tuyo, ninguna de tus posesiones te las podrás llevar a la eternidad, hasta tu vida es suya. Por eso es tan importante que decidas servir al Señor, siendo un humilde administrador de todo lo que Él ponga en tus manos.
Dios se complace en bendecirte abundantemente, pero está esperando que pongas tu vida a Su servicio, que compartas lo que tengas con los que necesitan, y te sorprenderás cosechando más.
Cuando recibas mucho, recuerda que comenzaste sin nada y hónralo con tus bienes. Si pierdes algo, confía en que Él es el dueño de todo y siempre desea compartirlo con sus hijos.
Ora así : Padre Dios, gracias por recordarme que estoy de paso por este mundo, que todo lo que tengo es tuyo. Por eso hoy te entrego mi vida, mi familia y todo lo que pusiste en mis manos, confiando que obedeciéndote lo que tengo será multiplicado. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Sábado!