Tu Alimento Diario

Salmos 4:4

Si se enojan, no pequen; cuando estén en sus camas examinen en silencio sus corazones.

Como todos, puedes pasar por situaciones que te enojan justificadamente durante el día, pero no te acuestes enojado, no guardes el rencor en tu corazón, porque esta actitud te aleja de Dios, rompe las relaciones, atormenta tu mente, enferma tu cuerpo.

Perdona, como lo hace el Señor contigo; pide perdón si ofendiste a alguien, incluso si tienes razón; Dios restaurará las relaciones y premiará tu humilde actitud.

Ora así: Padre Dios no permitiré que el enojo me domine y permanezca en mi vida, decido buscar la paz siguiendo tu consejo. Te pido perdón por mis faltas y suelto perdón y bendición a quienes me han ofendido. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Miércoles!