Tu Alimento Diario

1 Samuel 9:3-6, 15, 16.

Cierto día, los burros de Cis se extraviaron, y él le dijo a Saúl su hijo: Lleva a un siervo contigo y ve a buscar los burros. El siervo dijo: ¡Se me ocurre algo! En esta ciudad vive un hombre de Dios, que todo lo que dice se cumple. Vayamos a buscarlo; tal vez pueda decirnos por dónde ir. El Señor ya le había dicho al profeta: Prepárate, porque mañana a esta misma hora te enviaré a un joven. Vas a consagrarlo como rey de mi pueblo Israel.

Saúl estaba preocupado por unos burros que se habían perdido, y no solo los encontró, sino que recibió inesperadamente un reino.

Dios siempre recompensa a quienes lo buscan. Por eso, deja de estar tan preocupado por lo que has perdido en este tiempo, pide ayuda a Dios y no solo traerá solución a tu problema, sino que te sorprenderá mostrándote el propósito glorioso que tiene para tu vida.

Ora así: Padre Dios, en estos días de enormes pérdidas, te pido tu ayuda para solucionar mis problemas, pero también tu guía para encontrar tu propósito en mi vida. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Miércoles!