Tu Alimento Diario
1 Corintios 13:1-3
«Si pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena. Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada. Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada.»
El amor al prójimo es la diferencia, porque deja un legado, cambia vidas, restaura relaciones, siempre suma bendición.
Amar a Dios y también al prójimo no es un mero sentimiento, es una decisión voluntaria, que te acerca a los que te rodean y al cumplimiento de las Promesas del Señor.
`Ora así:` Padre Dios, hoy decido voluntariamente dejar de lado todo sentimiento egoísta, para amarte a Ti y a mi prójimo, haciendo algo práctico por sus vidas. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!