Tu Alimento Diario

1 Samuel 9:3-6

Cierto día, los burros de Cis se extraviaron, y él le dijo a Saúl: «Lleva a un siervo contigo y ve a buscar los burros». Así que Saúl tomó a un siervo pero no pudieron encontrar los burros por ninguna parte. Saúl le dijo a su siervo: Volvamos a casa. ¡Es probable que ahora mi padre esté más preocupado por nosotros que por los burros! Pero el siervo dijo: ¡Se me ocurre algo! En esta ciudad vive un hombre de Dios. La gente lo tiene en gran estima porque todo lo que dice se cumple. Vayamos a buscarlo; tal vez pueda decirnos por dónde ir.

La historia termina relatando que por consultar a Dios no solo se encontraron los burros sino que Saul, aunque era de la familia más humilde y de la tribu más pequeña, recibió tal bendición que se convirtió en el primer rey de Israel.

No vayas solamente detrás de lo que crees importante. Este mensaje te lo envío para animarte a que busques a Dios, quien realmente tiene lo mejor para tu vida, y aunque te sientas pequeño Él hará grandes obras en ti.

Ora así: Padre Dios, siguiendo este consejo, te pido que me ayudes a recuperar todo lo que he perdido. Pero también que me guíes a encontrar el camino correcto y se cumpla tu maravilloso propósito en mi vida. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Viernes!