Tu Alimento Diario

San Juan 15:1-2

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Él corta de mí toda rama que no produce fruto y poda las ramas que sí dan fruto, para que den aún más.

Toda poda es dolorosa en el presente, pero trae fruto abundante en el futuro. Permite que Dios corte todo aquello que impide tu crecimiento y desarrollo, que pode lo que te roba las fuerzas para que seas productivo.

Pon tu vida en Sus manos y el Divino Labrador te convertirá en una persona fructífera.

Ora así: Padre Dios, gracias por tu consejo. Reconozco que necesito sacar todo aquello que no da fruto, y por eso pongo mi vida en tus manos, para que cortes lo que no sirve, y así dar mucho fruto en todo. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Domingo!