Tu Alimento Diario
Salmo 119:55-56
«De noche reflexiono sobre quién eres, Señor; por lo tanto, obedezco tus enseñanzas. Así paso mis días: obedeciendo tus mandamientos.»
Cuando Jesús es realmente tu Señor, el amo de tu vida, decides obedecerlo aún cuando sientas hacer otra cosa.
«`La obediencia indica quien gobierna tu vida:«` Jesús o tú mismo, el pecado o el Espíritu, la Palabra de Dios o tus propios pensamientos.
La obediencia es la consecuencia de una fe sincera, y atrae lo mejor de Dios a tu vida. Por eso obedece, y mientras otros sólo escuchen acerca de Dios y sus milagros, tú los experimentarás cotidianamente.
`Ora así:` Padre Dios, perdóname por haber hecho mi propia voluntad, que me llevó a fracasar vez tras vez. Reconozco a Jesús como mi Señor y Salvador, decido obedecerlo, para que Sus bendiciones me sigan todos los días de mi vida. Amén.
¡Bendecido Lunes!