Tu Alimento Diario
Salmos 94:17-18
«Si el Señor no me hubiera ayudado, pronto me habría quedado en el silencio de la tumba. Clamé: ¡Me resbalo!», y tu amor inagotable me sostuvo.»
Para que un resbalón no sea una caída, clama a Dios; ante una enfermedad incurable, clama a Dios; antes que sea demasiado tarde, clama a Dios; cuando no encuentras la salida, y la quiebra parece inevitable, clama a Dios. Por su amor inagotable te salvará.
Ora así: Padre Dios, confiando en tu Palabra, clamo a Ti, para que me sostengas en este difícil momento y me libres de todo mal. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Viernes!