Tu Alimento Diario
1 Tesalonicenses 5:16-18
Estén siempre alegres. Nunca dejen de orar. Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.
El Apóstol Pablo, injustamente prisionero, aún así entendía y aplicaba el poderoso principio de la acción de gracias.
La insatisfacción abre las puertas a la queja, la envidia, la codicia, la corrupción, la amargura; todo esto te roba la paz y la felicidad.
Por eso, comienza cada día dando gracias, valorando lo que tienes, esperando con paciencia lo que te falta, porque la gratitud provoca que los cielos se abran y lluevan bendiciones.
Ora así: Padre Dios, reconozco que me he quejado por lo que no tengo, en lugar de agradecer por todo lo que día a día recibo. Gracias por este nuevo día, por tu cuidado, por el trabajo, la familia, la salud, por tus promesas que se cumplirán en mí. En el Nombre de Jesus, amén.
¡Bendecido Miércoles!