Tu Alimento Diario

Génesis 3:6-8

«La mujer tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió. En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.»

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Este relato sobre Adán y Eva enseña acerca de la culpa, que pone de manifiesto tu debilidad, tu pecado, tu desnudez espiritual, que sólo la puedes tapar mediante el sacrificio de Jesús.

Tu pecado condiciona tu presente y futuro, te lleva a ocultar, a mentir, a andar en tinieblas.

Decide ser parte de la luz, para que la sangre de Jesús te limpie de todo pecado, seas perdonado y libre de toda culpa.

Ora así: Padre Dios, reconozco que no estuve haciendo tu voluntad. Me arrepiento de mis pecados, perdóname y límpiame. Decido ser parte de la Luz. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Lunes!