Tu Alimento Diario
San Marcos 5: 22-36
Entonces llegó uno de los líderes de la sinagoga local, llamado Jairo. Cuando vio a Jesús, cayó a sus pies y le rogó con fervor: Mi hijita se está muriendo. Por favor, ven y pon tus manos sobre ella para que se sane y viva. Mientras él todavía hablaba con ella, llegaron mensajeros de la casa de Jairo, el líder de la sinagoga, y le dijeron: Tu hija está muerta. Ya no tiene sentido molestar al Maestro. Jesús oyó lo que decían y le dijo a Jairo: No tengas miedo. Solo ten fe.
Jairo criticaba a Jesús, como la mayoría de los líderes de la Sinagoga. No creía en sus palabras, tampoco en sus milagros y hasta trataba que la gente no lo siguiera. Pero un problema lo superó: su hija se estaba muriendo.
Cuando el médico da un diagnóstico, cuando no hay salida para resolver un problema económico, cuando la relación se rompió, tienes que hacer como Jairo: dejar de lado tus prejuicios y acercarte a Jesús, cayendo a sus pies, rogándole con fervor. Jesús está dispuesto a entrar en tu casa y suplir toda necesidad. No tengas miedo, solo ten fe.
Ora así: Padre Dios, necesito tu ayuda, que vengas a mi casa, que me ayudes y salves de la situación en la que me encuentro. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!