Tu Alimento Diario
Galatas 5:19-21
Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoísta, discordias, divisiones, envidia, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo que les dije antes: cualquiera que lleve esa clase de vida no heredará el reino de Dios.
Jesús vino al mundo a dejar establecido el reino de Dios. Ser parte de ello es un regalo que te llega sin merecerlo, trayendo a tu vida, justicia, alegría y paz.
Naturalmente estamos alejados de ese reino e imposibilitados de disfrutar de la herencia de sus hijos; ya que lo que normalmente producimos son justamente aquellos pecados señalados por el Apóstol Pablo en esta carta, que son la causa de estar separados de Él.
Jesús murió para pagar esa deuda espiritual y reconciliarnos con el Padre.
Ora así: Padre Dios, entiendo que hay cosas en mi vida que me alejan de tu reino y tu herencia. Te pido perdón por mis pecados, y que tu poder me ayude a no volver a caer. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Lunes!