Tu Alimento Diario

San Marcos 8 : 23-25

Jesús tomó al ciego de la mano y lo llevó fuera de la aldea. Luego escupió en los ojos del hombre, puso sus manos sobre él y le preguntó: ¿Puedes ver algo ahora? El hombre miró a su alrededor y dijo: Sí, veo a algunas personas, pero no puedo verlas con claridad; parecen árboles que caminan. Entonces Jesús puso nuevamente sus manos sobre los ojos del hombre y fueron abiertos. Su vista fue totalmente restaurada y podía ver todo con claridad.

Jesús podría haber sanado al ciego con un solo “toque”, pero en Su soberanía, fueron necesarios dos: el primero para que comience a ver, el segundo para que vea con total claridad.

Jesús ha abierto tus ojos espirituales, pero todavía no estás viendo y experimentando todas sus bendiciones. Saliste de la pobreza, pero todavía no hay abundancia; tu familia comenzó a ser restaurada, pero no te sentís plenamente feliz; venciste pecados groseros, pero hay situaciones que te atan; fuiste libre de tus adicciones, pero no estás ayudando a otros.

No te conformes con un solo “toque” de Jesús. Da gracias por ello y sigue buscando más.

Ora así: Padre Dios, gracias por todo lo que me has dado, pero creo que hay mucho más. Tócame una vez más y abre totalmente mis ojos espirituales para ver y conquistar todo lo que preparaste para mí. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Martes!