Tu Alimento Diario
Salmos 56:1-3
«Oh Dios, ten misericordia de mí, porque la gente me acosa. Mis enemigos me atacan todo el día. Los que me calumnian no dejan de acosarme, y muchos me atacan descaradamente. Pero cuando tenga miedo, en ti pondré mi confianza.»
El rey David fue un gran guerrero, un conquistador, condujo a su nación hacia lo más alto; pero aún así, al igual que cualquier mortal, se sintió presionado, acosado, atemorizado; y con todo el poder y ejército a su disposición, decidía confiar en Dios.
Cuando no sabes cómo salir de una situación, haz lo mismo: pon tu vida en manos del Señor y espera en Él.
Ora así: Señor, gracias por tu Palabra, hoy busco tu ayuda. Sálvame y enséñame el camino correcto. En Ti confío y renuncio a todo temor. En el nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!