Tu Alimento Diario
Génesis 3:6-8
La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió. En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse. Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre y su esposa oyeron al Señor Dios caminando por el huerto. Así que se escondieron del Señor Dios entre los árboles.
Adan y Eva, luego de haber traspasado el único límite que Dios les había puesto, sintieron culpa.
La culpa manifiesta tu debilidad, tu transgresión. Puedes intentar tapar el pecado para no quedar “desnudo”, descubierto, pero no es la forma de resolver el problema, siempre te sentirás acusado. Tu pasado condiciona tu forma de actuar en el presente y el futuro, y hasta te obliga a mentir para intentar taparlo.
Si sientes culpa por algo grave que hiciste o estás haciendo, Dios te ofrece su perdón. Arrepiéntete y cambia de rumbo ya.
Ora así: Padre Dios, reconozco que no estoy haciendo las cosas bien y por eso busco tu ayuda. Me arrepiento de mis pecados, te pido que me perdones y limpies. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Martes!