Tu Alimento Diario

San Juan 13:1-5

Antes de la celebración de la Pascua, Jesús sabía que había llegado su momento para dejar este mundo y regresar a su Padre. Había amado a sus discípulos y los amó hasta el final. Era la hora de cenar, se levantó de la mesa, se quitó el manto, se ató una toalla a la cintura y echó agua en un recipiente. Luego comenzó a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura.

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Durante “La Última Cena”Jesús hizo la tarea de los esclavos de aquella época: lavarle los pies a sus discípulos, dejándonos una enseñanza de humildad, amor, entrega total, para que lo imitemos ayudando a otros a superar sus adversidades, compartiendo con el necesitado, extendiendo las manos sin esperar nada a cambio.

Ora así: Padre Dios, gracias por la entrega de Jesús por mí. En esta Pascua dispongo mis manos para que estén listas para dar, mis palabras para fortalecer al caído, mis pies para alcanzar al que sufre. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Jueves!