Tu Alimento Diario
Deuteronomio 11:13-14
Si obedeces cuidadosamente los mandatos que te entrego hoy y si amas al Señor tu Dios y lo sirves con todo tu corazón y con toda tu alma, él mandará las lluvias para que puedas juntar las cosechas de granos, el vino nuevo y el aceite de oliva.
La lluvia no nace en el cielo sino desde la tierra, cuando por la evaporación se forman las nubes que luego derraman la lluvia necesaria para levantar buenas cosechas.
De la misma manera, las bendiciones nacen en la tierra, cuando decides amar al Señor, servirlo y obedecerlo cada día. Esto produce una copiosa lluvia desde el Cielo, que abarcará todas las áreas de tu vida: familia, salud, economía.
Ora así: Padre Dios, tomo la decisión de amarte, servirte, obedecerte, creyendo que solo así recibiré bendición y vida eterna. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Lunes!