Tu Alimento Diario

San Lucas 7:6-10

Un oficial del ejército romano le dijo a Jesús: “Señor, no te molestes en venir a mi casa, porque no soy digno de tanto honor. Ni siquiera soy digno de ir a tu encuentro. Tan solo pronuncia la palabra desde donde estás y mi siervo se sanará.” Al oírlo, Jesús quedó asombrado. Se dirigió a la multitud que lo seguía y dijo: «Les digo, ¡no he visto una fe como esta en todo Israel!». Cuando los amigos del oficial regresaron a la casa, encontraron al esclavo completamente sano.»

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Como este oficial, necesitas a Jesús, pero sientes que no eres digno de recibir su bendición por causa de tus pecados o tu indiferencia espiritual.

Aun así, atrévete a pedirle ayuda, cree que con una Palabra que salga de su boca el milagro sucederá.

Ora así: Padre Dios, reconozco que no soy digno de pedir, pero creo que tu misericordia es más grande que mi pecado, y en fe recibo esta Palabra para que el milagro se produzca. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Jueves!