Tu Alimento Diario

San Juan 11:25

Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto.

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Dos hermanas estaban limitando el poder de Dios en sus pensamientos. Especulaban que si Jesús hubiera estado cuando su hermano Lazaro se enfermó, él no habría muerto.

Al igual que ellas, puedes pensar que ya es tarde para alcanzar un sueño, para comenzar algo nuevo, que lo que se perdió es irrecuperable, que la enfermedad es irreversible, que el vicio es invencible.

El poder de Jesús siempre está vigente y disponible. Cree que Él murió por ti para darte una nueva vida, y que resucitó para que sepas que puede darle vida a todo aquello que hasta hoy dabas por perdido.

Ora así: Padre Dios, creo que Jesús dio su vida para salvar la mía, para que todo lo que estaba perdido sea rescatado, lo arruinado sea restaurado. Declaro que todo renace porque Tú eres la resurrección y vida. En el nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Viernes!