Tu Alimento Diario
Proverbios 11:11
«Por la bendición de los justos la ciudad prospera, pero las palabras de los perversos la destruyen.»
Tus palabras pueden
– bendecir o destruir,
– sanar o enfermar,
– dar esperanza o desalentar;
tanto a una persona como a una ciudad entera.
Ora así: Padre Dios, decido usar mis labios solo para hablar bien, para construir, animar, a todos los que me rodean. Bendigo a mi ciudad, a mi nación, a mi gobierno. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Sábado!