Tu Alimento Diario
Salmos 116:5-7
¡Qué bondadoso es el Señor! ¡Qué bueno es Él! ¡Tan misericordioso es nuestro Dios! El Señor protege a los que tienen fe como de un niño; estuve frente a la muerte, y él me salvó. Que mi alma descanse nuevamente, porque el Señor ha sido bueno conmigo.
Cuando una enfermedad te acosa, las amenazas o problemas te superan, ¡qué difícil es descansar!
Vuelve a leer y releer todos los calificativos de Dios: es bondadoso, misericordioso, protector, salvador. Pero para experimentar estos beneficios en tu vida tienes que ser como un niño, que todo lo cree a sus padres, no dudando nada.
Ora así: Padre Dios, creo, confío y descanso en Ti como un niño. ¡Sálvame! Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Viernes!