Tu Alimento Diario
2 Samuel 21:1
Durante el reinado de David hubo un hambre que duró tres años. Entonces David consultó al Señor, y el Señor dijo: El hambre se debe a que Saúl y su familia son culpables de la muerte de los gabaonitas.
David era el rey, pero el pecado del gobierno anterior había dejado una puerta abierta para que el diablo traiga hambre al país.
Esto sucede tanto en una nación, como en una empresa, o en una familia. El pecado sin confesión, sin arrepentimiento, sin una genuina entrega a Dios, genera maldición, que si no se corta se transmite por generaciones.
Acércate a Dios, pide perdón, entrega tu vida a Cristo. Cree que su muerte absorbe toda maldición y por el poder de Su resurrección comienza una etapa de bendición eterna.
Ora así: Padre Dios, te pido perdón por mis pecados que han traído maldición a mi vida y familia. Creo que Cristo deshace toda obra del diablo y recibo por gracia Su bendición. Perdona los pecados de mi nación y sana nuestra tierra. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Lunes!