Tu Alimento Diario
Proverbios 13:2-3
Cada uno recoge el fruto de lo que dice. Cuidar las palabras es cuidarse uno mismo; el que habla mucho se arruina solo.
¡Qué importantes son las palabras que sueltas! ¡Hay poder en ellas para bien o para ruina!
Tus palabras son semillas que embarazan tu vientre espiritual, y darás a luz de acuerdo a ellas: bendición o maldición, salud o enfermedad, prosperidad o escasez, vida o muerte. No pretendas cosechar lo que no has dicho.
Siembra en tu corazón cada día la Palabra de Dios, créela, declárala, y la cosecha será bendición para tu casa, los que te rodean, y hasta tu nación.
Ora así: Padre Dios, de acuerdo a tu consejo, arranco de mi vida toda palabra negativa, renuncio a pensar en lo malo, comienzo a nutrirme de tus Promesas, creyendo que Tú eres mi Pastor y que nada me harás faltar. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!