Tu Alimento Diario
Deuteronomio 8:5 “Ten por cierto que, así como un padre disciplina a su hijo, el Señor tu Dios te disciplina para tu propio bien.”
Dios te ama tanto, que permite que pases por alguna situación para enseñarte, corregirte, encaminarte, darte una nueva oportunidad para tu bien, bendecirte mucho más allá de tus propios pensamientos.
Si algo no está resultando como planeaste, arrepiéntete, pide perdón, acepta Su disciplina, espera y confía en Él, te sorprenderás lo que hará con tu vida en este próximo tiempo.
Ora así: Dios, gracias por ser mi Padre, por cuidarme, enseñarme, corregirme para salir de mi error. Te pido perdón por mis pecados y decido seguir tu Camino. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Sábado!