Tu Alimento Diario
San Juan 5:2-6, 9
Dentro de la ciudad, cerca de la puerta de las Ovejas, se encontraba el estanque de Betesda, que tenía cinco pórticos cubiertos. Una multitud de enfermos,
ciegos, cojos, paralíticos, estaban tendidos en los pórticos. Uno de ellos era un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio y supo que hacía tanto que padecía la enfermedad, le preguntó: ¿Te gustaría recuperar la salud? Y al instante aquel hombre fue sanado.
Puede ser que haga un mes o hasta “38 años” que un problema te tiene paralizado: una enfermedad, destrucción en la familia, falta de trabajo, una deuda, te impide moverte en libertad y seguir avanzando.
Jesús también te pregunta hoy: “quieres recuperarte?”. Él te está invitando a dar un paso de fe, a buscar el milagro, a reconocer tu necesidad. En este mismo instante Dios puede cambiar la historia de tu vida.
Ora así: Señor, reconozco que necesito tu ayuda, que llevo tiempo luchando con mis fuerzas sin éxito. Sálvame, sáname, levántame; te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Viernes!