Tu Alimento Diario
Salmos 3:3
«Pero tú, oh Señor, eres un escudo que me rodea; eres mi gloria, el que sostiene mi cabeza en alto.»
El “escudo” de Dios no sólo cubre una parte de tu cuerpo, te rodea por completo, incluso protegiendo tu mente y espíritu.
Cuando tu cuerpo sea atacado por una enfermedad, tu mente se atormente por las preocupaciones, tu familia entre en crisis, tu economía tambalee; levanta tu cabeza en fe, ponte el escudo protector de Dios, y su Gloria se manifestará en tu vida.
Ora así: Padre Dios, en base a esta Promesa, comienzo este día pidiéndote que seas mi escudo, que me protejas y liberes de todo mal, para avanzar en Victoria tomado de Tu mano. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Miércoles!