Tu Alimento Diario
Hechos 8:9-II
«Había en Samaria un hombre llamado Simón, que antes había practicado la magia, y con ella engañaba a la gente, pues les hacía creer que era muy poderoso. Todos, desde el más pequeño hasta el más grande, lo escuchaban con mucha atención y decían que era el gran poder de Dios, pues con sus artes mágicas había captado su atención y por mucho tiempo los había engañado. Pero muchos hombres y mujeres se bautizaron cuando creyeron a Felipe y a las buenas noticias que les anunciaba del reino de Dios y del nombre de Jesucristo.»
Una ciudad entera estaba subyugada por un brujo llamado Simón. Pero se produjo un extraordinario cambio en el clima espiritual, con la llegada de Felipe.
¿Qué hizo de especial?
– Bendijo
– Tuvo comunión con la gente
– Sanó a los enfermos
– Liberó
– Compartió buenas noticias.
Haz lo mismo en tu casa, en tu barrio, en tu trabajo. ¡Tu actitud provocará un cambio espiritual en nuestras ciudades!
Oración: Padre Dios, como Felipe, decido bendecir y sanar personas, transformar barrios y ciudades, en el poder de tu Espíritu. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!